Tuesday, December 7, 2021

La vida es sueño de Teatro Círculo: lo oculto y la contemporaneidad




Fotos: Michael Palma Mir


Teatro Círculo regresa al convivio.  Para esta temporada -que pareciera ser post-Covid 19- el grupo de la Calle 4 retoma el proyecto originalmente creado antes de la pandemia.  Con la producción La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, el grupo crea una propuesta singular por motivos que van desde la concepción del espectáculo hasta las posibles lecturas que ofrece.

 

El primer rasgo: es una producción trasatlántica.  La idea se concibe con colectivos y promotores teatrales de las dos orillas: Teatro Círculo de Nueva York, en asociación con la Fundación Siglo de Oro y la colaboración del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM) de España.  Diversos dialectos del castellano y técnicas actorales se encuentran en un escenario.

 

El hecho de que el equipo técnico y el elenco residan tanto en la Península Ibérica como en Estados Unidos y Puerto Rico marca el carácter policéntrico e hibrido del trabajo.  Hibridez que redunda en la confrontación de conceptos y modos de realizar; en asumir el intercambio de ideas como parte del proceso escénico.

 

Mariano de Paco Serrano propone un montaje original.  El espectador va al teatro a mirar, pero también a escuchar.  Observa a los actores, la escenografía, el vestuario, las luces.  En cuanto al texto, éste es deconstruido: Segismundo, Rosaura, Basilio se multiplican en el espacio sonoro. La palabra pasa a formar parte de un arreglo coral y de solos, labor a cargo de la especialista en verso Karmele Aramburu haciendo que, por ejemplo, Astolfo esté distintos cuerpos. El texto es trabajado en la liminalidad al punto de parecer una partitura.  Además, todo sonido de La vida es sueño se genera en la voz humana y en las acciones que se realizan: las cadenas, el martillear, el sonar del gong; no se incluyen la música grabada o efectos grabados: sueño y realidad se generan en las palabras y las acciones.

 

La iluminación mantiene el tono interior, onírico que apoya y destaca el trabajo interpretativo.  Este carácter se mantiene en el vestuario y la escenografía, diseñados por Israel Franco-Müller.

 

Además de la confusión de Segismundo entre realidad y onirismo, el espectador experimenta otro desconcierto: ¿qué actor hace a quién? La relación personaje-actor en vez de ser individual, se torna colectiva.  La voz es la guía principal para identificar qué actor/actriz interpreta un rol en determinado momento.  Con ello, el montaje llega al punto extremo de lo colectivo: es un grupo de actores que trabaja en conjunto para llevar adelante diversos personajes.

 

Otro aspecto notorio es el vestuario.  Los trajes sugieren miembros de una guerrilla, tal vez mercenarios con luces laser. Y de todo el vestuario impacta que los miembros del elenco lleven el rostro cubierto con una mascarilla. 

 

Utilizar mascarilla es un reto actoral.  El pedazo de tela se convierte en filtro que bloquea los gestos faciales de los intérpretes.  Las expresiones quedan ocultas, no pueden ser vistas, no es posible leerlas.  Sin embargo, la suspensión de la incredulidad se mantiene, se acrecienta el interés de los espectadores sobre lo que sucede en escena.

 

Pocas veces se tiene la oportunidad de experimentar una lectura tan inusual como efectiva.  Juan Luis Acevedo, Daniel Alonso, María Fontanals, Fernando Gazzaniga, Catherine Núñez, Jerry Soto y Eva Cristina Vásquez interpretan el clásico y desarrollan una aproximación única al texto. 

 

Los otros integrantes del rito, los espectadores, también llevan mascarilla, pero como parte de su rutina.  Ellos viven la experiencia de utilizarla desde hace casi dos años.  Tampoco sus gestos han podido ser leídos en la esfera pública.  A ambos lados del Atlántico ha cambiado el modo de relacionarse.  En La vida es sueño ese cambio se transforma en una propuesta artística que revisa el contexto social y político contemporáneo. 


Hasta el domingo 12 de diciembre, 2021.  Teatro Círculo, 64 Este de la Calle 4, Manhattan.