Uno de los autores que suma su voz a la dramaturgia hispana es Álex Vásquez. Originario de Ojo de Agua, pueblo de la provincia Hermanas Mirabal, República Dominicana, Álex llega a Nueva York a los ocho años. En New School University obtiene una maestría en Administración de Organizaciones sin Fines de Lucro.
El escritor dominicano ha realizado talleres en Ollantay Center for the Arts, Danisarte, IATI, Teatro Rodante Puertorriqueño, Cherry Lane Theater y ha tomado clases de dramaturgia y cine a nivel de postgrado en The New School.
Su producción dramatúrgica está conformada por La última palabra, Yoleros, Cada vagón es un mundo, de las que se han realizado lecturas dramatizadas, y Cama para dos, ganadora del concurso de dramaturgia de Teatro IATI Abdón Villamizar 2008, producida al año siguiente.
Álex Vásquez escribe teatro porque: “Me gusta crear situaciones dramáticas y ver cómo mis personajes tratan de salir de ellas. Escribir me ayuda a escapar a otro mundo donde mis personajes son libres para hacer lo que quieran”.
Cama para dos
Una pareja de recién casados enfrenta problemas en su relación. Horarios que no coinciden, las funciones que dan a la cama, las distintas maneras de expresarse forman parte de este cotidiano. La percepción del mundo y de sí mismo hace que el protagonista se sienta confuso; acude a un psicólogo poco convencional. De este modo, Vásquez plantea el conflicto de la convivencia en la sociedad contemporánea; otro tema que explora es la influencia de las imágenes preconcebidas: el doctor parece no ser bueno porque no responde a un estereotipo.
La pieza fue producida para el Performing Arts Marathon y se programaron dos funciones. Optimista, el autor afirma que: “dos veces es mejor que nada. Fue como ir a cenar y sólo pude comer el aperitivo. Me quedé con muchas ganas, hambre, deseos de hacer algo más con la obra, pero no se pudo”.
Sobre el montaje de Cama para dos, Álex comenta que: “Me gustó mucho porque vi el todo proceso desde que escribí la obra hasta ver el último espectador salir del teatro. Ver cómo la obra se desarrollaba, la visión de la directora, Diana Chery y la búsqueda de la interpretación en los ensayos por parte de los actores, conforman una experiencia en la que aprendí muchísimo”. El elenco estuvo integrado por Eva Cristina Vásquez, Yanko Bakulic y Fabián González.
Yoleros
Dos hombres y una mujer deciden atravesar el mar en yola persiguiendo la esperanza de iniciar una vida digna, negada hasta ese momento. Diversas situaciones, alguna creadas por el azar, se apoderan de esa travesía donde se juntan mitos y el instinto de supervivencia. Pocas veces, tal vez ninguna, un dramaturgo hispano ha enfrentado la temática de la migración clandestina de la República Dominicana a través del Canal de la Mona. “Yoleros ha sido la obra que he trabajado más y la que ha tenido más lecturas. El tema me llevó a escribir una obra dedicada a las personas que hacen estos viajes” afirma Álex.
“Actualmente –continúa el autor- organizo ideas para hacer algo con esta pieza. Quizás para la celebración de la independencia de la Republica Dominicana en febrero del 2011…Ya veremos”.
El riesgo en Nueva York.
Sobre la relación entre teatro y dramaturgia en Nueva York, Álex piensa que el teatro hispano procura no correr riesgos debido al factor económico; además acusa la necesidad de éste de complacer a mucha gente lo que afecta la creatividad.
“Creo que dramaturgos con más experiencia podrán manejar esta situación. Lo que pasa también, es que cuando hay teatros con presupuestos limitados, sienten que no pueden tomar el riesgo con algo que no garantiza éxito en la taquilla. Por eso es que muchas, no todas, de las obras producidas en español son conocidas y tienen buenos resultados económicos” comenta Álex.
El autor quisqueyano busca soluciones a este panorama. Por ello creó un colectivo, Teatrica, cuya misión es “coproducir obras con otros teatros para disminuir el riesgo financiero y producir obras originales. Este proyecto también busca la manera de promover el teatro, desarrollar una nueva audiencia, y llevar el teatro a lugares donde no ha llegado” finaliza Álex Vásquez.