Olivia Rodríguez y Mariela Brito |
Olivia Rodríguez y Mariela Brito; Yindra Yindra Regüeifero en primer plano. |
Al centro del escenario un elemento de base circular en
forma de boya. Sentada en él, una actriz
de espaldas al público. En las paredes
laterales del escenario, imágenes zoomórficas de gestos entre agresivos y
tiernos creadas por Yulier P. Comienza
el espectáculo: la neutralidad de la iluminación en azul da paso a las imágenes
de dos actrices atrincheradas en la boya.
Ellas alegran a los turistas cantando música local, para los visitantes prueba
irrefutable de haber llegado a un espacio exótico.
Las cantantes-percusionistas visten de rojo y sexy, o lo que ellas -o los viajeros- piensan que es sexy. La piel de ellas, teñida de rojo de tanto
llevar sol. Una de ella lleva lentes oscuros mientras que la otra proyecta la tensión
de animar sin ganas. Desde hace mucho,
tal vez desde siempre, están cantando.
Movimientos, gestos, inflexiones, coros han perdido naturalidad, semejan
dos muñecas mecánicas que repiten chistes, canciones y frases de doble
sentido. Desolación por alegría. Lo monótono se convierte en original. Lo gracioso -y terrible- no es el contenido
del chiste: es la forma agotada de contarlo.
Ocasionalmente aparece en primer plano Yindra, una
estudiante de teatro. En cada intervención
cuenta y muestra una manera particular de ganar dinero extra para llegar a fin
de mes. Los negocios los hace en pesos
cubanos convertibles, moneda que usan los turistas. Yindra vende bombones que ella misma hace; ha
sido bailarina exótica, maestra de baile de música tropical, estatua viviente,
guía turística en el submundo habanero.
¡Guan Melón! ¡Tu melón! es el segundo montaje
que he visto del grupo El Ciervo
Encantado; en esta ocasión en la sede, al inicio del Festival de Teatro de La
Habana el 20 de octubre 2017. El primer
montaje fue Triunfadela presentado en
el Comisionado Dominicano de Cultura en Nueva York hace un par de años. Los montajes tienen en común la investigación
exhaustiva, la escena despojada de elementos para resaltar la creatividad de
las propuestas y la calidad del trabajo actoral.
En lo que respecta a investigación en ¡Guan Melón! ¡Tu melón!, la información
del programa de mano apunta a una literatura turística que exotiza (perdón por el neologismo) la
geografía y sus habitantes. El turista
es seducido por imágenes de sensualidad, exuberancia, felicidad. Son simulacros
que forman una identidad tergiversada: a la vuelta de la esquina, en el
callejón la alegría espera por el visitante deseoso de nuevas aventuras y conocer
a un otro extraño.
El montaje traduce estas ideas en dos planos: las
mujeres musicales que apuntan a expresiones tradicionales y Yindra que expone su
drama actual. El programa de mano
recuerda que esta distorsión viene desde la llegada de los primeros europeos
con sus testimonios de sirenas bigotudas e indígenas serviles.
La puesta en escena es audaz y arriesgada. Las cantantes-percusionistas se mantienen en
el mismo sitio, no se desplazan durante la obra. Distanciadas del espectador, Mariela Brito y Olivia Rodríguez continuamente transmiten a través de gestos, voces
y movimientos la alegría patética y el desgaste de los personajes. El personaje contemporáneo, interpretado por Yindra Regüeifero, se desplaza por la
escena y aborda el espacio del espectador que en ese momento juega a ser
turista. Los movimientos de Yindra pueden
ser amplios y complejos o minimalistas como estatua viviente.
Nelda
Castillo en la dirección propone un trabajo en el que
convergen lo estático y lo dinámico, humanización y deshumanización, investigación
y expresión popular. ¡Guan Melón! ¡Tu melón! es un trabajo
que sale a partir de que l@s creador@s observan su contexto y critican aspectos
puntuales. Es un trabajo que dialoga y
sacude a los espectadores.
Pablo García Gámez
Pablo García Gámez
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