Saturday, August 17, 2019

Caracas, de a poco, se trans/forma




Las ciudades cambian.  El paisaje urbano puede modificarse por su fisonomía, por las alteraciones del componente humano que acoge o por las transformaciones sociales que se dan en sus espacios.  Luego de más de dos décadas de ausencia, encontré Caracas con edificios que no conocía, con construcciones remodeladas como la esquina de San Jacinto o los teatros Principal y Bolívar.  En el casco central, donde se ubica la mayoría de las dependencias oficiales, es ahora común observar diversos grupos, tradicionalmente invisibilizados, interactuando en lugares abiertos.

Caminar por las calles del centro de Caracas en julio 2018, significa ser receptor de un abarrotamiento de imágenes performativas de diversa naturaleza, cada una en un espacio definido con sus respectivos actores y públicos.  La Feria del Libro en el Parque Los Caobos con sus stands, conferencias, recitales poéticos y obras de teatro de calle es la principal atracción cultural por esos días.  Al salir de allí, por la avenida México, un mercado exhibe productos artesanales hechos con cuero, tejidos, cobre, semillas y alguna piedra semipreciosa; vendedores de libros, películas y discos usados aprovechan para rebuscarse.  Más adelante está un grupo, probablemente integrantes de un centro comunitario, ensayando danzas folklóricas.  Para cerrar el recorrido de unas tres cuadras, en la salida sur de la estación Bellas Artes del metro, los miembros de una congregación cristiana presentan una obra de teatro.  La obra busca enlazar al espectador con lo divino: ante Jesús se presenta una serie de pecadores que, si se arrepienten, serán aceptados en el reino de los cielos.  Los transgresores son un alcohólico, un drogadicto, una prostituta y un homosexual.  El público, la mayoría miembros del culto, ovaciona cada vez que alguno de los personajes abandona el camino de la culpa.  Dos mujeres trans pasan por la calle y miran indiferentes la escena de los arrepentidos. 

En el momento que se encuentran la obra cristiana y las transeúntes trans se sobreponen dos temporalidades.  El discurso de la representación se centra en el vicio, la prostitución y la homosexualidad como aspectos que socavan la doctrina religiosa, uno de los pilares de la sociedad: es el mismo discurso que a finales de ochenta y comienzos de los noventa Yiye Ávila predicaba a todo pulmón en la arena del Nuevo Circo.  La presencia de mujeres trans en la vía pública marcan una seña del cambio urbano.  Travestis y trans se desplazan por el centro de Caracas; dos décadas atrás si ello pasaba, la travesti era motivo de burlas e incluso se exponía a la agresión física.  Aún la avenida Libertador, vía cercana al centro y donde de noche se reúnen travestis y trans para ejercer el trabajo sexual, es un lugar proclive a la violencia y agresión contra esta población. 

En otra caminata por el centro, una tarde paso frente al antiguo cine Ávila, a media cuadra de la estación Capitolio del metro.  El antiguo cine ahora es un espacio en cuya fachada, y a lo largo de la cuadra, se agrupan vendedores informales. Al pasar, en la calle están los buhoneros ofreciendo sus productos mientras un grupo de travestis conversan con ellos.  Un colectivo tradicionalmente rechazado e invisibilizado comparte de modo informal con los vendedores; buhoneros y trans intercambian saberes a través de experiencias y visiones de mundo.  Conté a un amigo la experiencia y me explicó que en lo que fue el cine Ávila funciona un bar frecuentado por trans y que la escena es cotidiana.

La imagen articula un grupo trans con hombres y mujeres cisgénero.  Están allí, en la intrascendencia de la conversación informal, sin las tensiones del trabajo sexual o del show drag queen del bar.  En la calle, los cuerpos desafían la heteronormativa mostrando la definición que cada una da a su identidad de género.  La conversación callejera por una parte se convierte en acto de aceptación; por la otra, es desafío y subversión.  La charla se transforma en acto de rebeldía: como afirman Martínez-San Miguel y Tobias “…la visión de cambio se aplica no solo a las comunidades trans sino a todas las comunidades e implica un proceso de trabajo en alianza con otros grupos oprimidos para luchar en contra del racismo estructural así como en contra del capitalismo y el colonialismo”* (12).  Miembros del grupo trans, a diferencia de prácticas pasadas, abandona los espacios cerrados, se sublevan a la invisibilización para salir y actuar en la esfera pública.

Para que en un par de décadas en la esfera pública se incorpore la cotidianidad de sujetos travestis y trans, ha debido emerger el activismo, la participación de base, la organización comunitaria.  Una búsqueda por internet permite encontrar diversas agrupaciones como la Asociación Civil Divas de Venezuela, que en su página electrónica señala que su misión es: “Reintegración social, cultural, educativa, deportiva, política y laboral de las personas transgénero, transexuales, intersexuales, lesbianas, homosexuales, ‘intergéneros’, bisexuales, asexuales, etc., en igualdad de condiciones y ejercicio de derechos”.  En la página se mencionan otros grupos venezolanos que también hacen activismo trans y feminista.

            No todos los habitantes de la ciudad identificados como heterosexuales reaccionan de la misma manera que los buhoneros frente al cine Ávila.  Las travestis y mujeres trans viven la tensión constante de ser empujadas más allá del borde.  La identidad trans ha sido identificada con “indigenismo, negritud, precariedad material, trabajo sexual y el estatus VIH”* (Guimaraes García citado por Rizki, 149).  También entre la población gay y lesbiana hay quienes rechazan la presencia trans; en las redes sociales se ocasionalmente se manifiestan actitudes transfóbicas de algunos homosexuales como la renuencia a desfilar junto a grupos trans en la Marcha del Orgullo Gay celebrada el 30 de junio 2019.  Celebración que en Nueva York fue en homenaje a dos figuras que desafiaron la normativa de género y que fueron determinantes en la lucha por los derechos civiles de la población LGTBQ: Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera. 

            En todo caso, la comunidad trans sigue dando pasos para alcanzar espacios de igualdad social.  Y aunque hay trabajo por delante, Caracas se ha vuelto poco más inclusiva.



*Mi traducción.



Obras citadas.

Asociación Civil Divas de Venezuela.  “Misión.”  Retrieved: 15 de agosto, 2019.

Martínez-San Miguel, Yolanda, Sarah Tobias.  “Introduction”.  Trans Studies, edited by  

Yolanda Martínez-San Miguel et. al, Rutgers UP, 2016.

Rizki, Cole.  “Latin/x American Trans Studies”.  Transgender Studies Quaterly.  Vol. 6, No. 2,

Mayo 2019.


Pablo García Gámez


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