Thursday, November 2, 2017

Apuntes sobre la frontera del colectivo Secos & Mojados.

Al entrar en la sala, la audiencia es recibida por una pantalla de video sobre la que proyectan  imágenes de una mujer que juega la rayuela.  La cámara enfoca una parte del cuerpo: las piernas y los pies brincando sobre el suelo.  La imagen se repite mientras suena la música.   En el piso de la escena están las formas de la rayuela y varios elementos colocados en diferentes lugares.

La música da paso a una voz grabada con la entrada de la actriz Violeta Luna.  Es la calmada voz de una mujer que narra en primera persona una accidentada travesía a Estados Unidos así como diferentes experiencias en su proceso de des/adaptación.  Luna realiza una serie de movimientos dancísticos y gestuales mientras se escucha la voz. 

En Apuntes sobre la frontera presentada el 18 de octubre 2017 en el cierre del IV Coloquio Internacional Latinos en los Estados Unidos realizado en Casa de las Américas, La Habana, hay varios elementos que resaltan.  El primero se refiere a las posibilidades del cuerpo como transmisor de conocimientos.  El cuerpo narra dos historias: la historia física en la que la mirada hegemónica lo rotula, lo clasifica, lo desvanece, y la historia mental con objetivos, anhelos y frustraciones de ese cuerpo.

La actriz manipula los elementos de la utilería para brindarles diferentes usos y significados.  El manejo de una falda convierte a la performer en una figura religiosa o tal vez en una campesina.  Una pala deja de ser tal para convertirse en objeto al que se le brinda afecto o en arma amenazante.  La maleta contiene objetos; llevada en la cabeza a la manera que lo hacen algunas campesinas, carga la memoria y la identidad.

En un momento de la presentación, la actriz deja el espacio central, hasta ese momento escena, para entrar en el espacio de los espectadores e incorporarlos dentro del acto.  En la primera ocasión ata miembros de la audiencia y crea grupos mediante el uso de sogas; los cuerpos son dominados, separados, pierden autonomía en la demarcación de fronteras. 

La segunda vez que Luna explora la relación con los espectadores es para que tomen sellos de goma y estampen palabras sobre su piel: palabras claves, palabras-fronteras que discriminan a unos de otros; términos relacionados con ilegalidad, expulsión, criminalidad, exilio.  El cuerpo se transforma en pasaporte, los sellos en negación a desplazarse.  En el acto hay espectadores que rehúsan poner rótulos sobre la actriz, manera de negarse a ser ejecutantes del absurdo de apartar por etnia o nacionalidad.

La tercera relación se da a través del pan. En la secuencia, la actriz vuelve a la escena y saca el pan que es repartido y del que todos comen.  Cada integrante de la audiencia toma un trozo y brinda el resto a quienes están cerca.  Comunión que representa la posibilidad de intercambio, de silencioso entendimiento.

Apuntes sobre la frontera, con asesoría de acciones y video de Roberto Gutiérrez Varea, impacta por su simpleza y creatividad.  Los elementos manipulados y el vestuario de Violeta Luna, ofrecen diversas imágenes que conforman la historia.  Es un trabajo en el que sonido y la música original de David Molina y los videos de Mickey Tachibana están en función de mostrar un recorrido que ha sido invisiblizado.

En Apuntes sobre la frontera se integran dos elementos: el trabajo estético y el elemento testimonial.  La presencia de la autora del testimonio está representada en su voz mientras que Luna interpreta sus palabras.


El texto del colectivo Secos & Mojados, colectivo radicado en California es un texto político.  Muestra seres relegados, víctimas de situaciones complejas, afectados por leyes diseñadas para inmovilizarlos.  Bienes y capital tienen las fronteras abiertas.  Los cuerpos no.

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