Cleo Vivas Rojas reside en Nueva York desde 1997, ciudad a la que “adopté como mía. Especialmente en Astoria en donde vivo, siento que es mía y que soy parte de ella”, afirma la teatrera.
Uno de sus primeros trabajos en la ciudad fue la producción de El mono astronauta de Fernando Tanajura Menezes; posteriormente colabora con Teatro IATI, “haciendo de todo un poco” como ella señala. En Teatro Círculo se desempeñó como gerente general y regidora de escena; en el Teatro Rodante Puertorriqueño estuvo de coordinadora de producción para la unidad de dramaturgia y recién acaba de terminar la muestra de la unidad de entrenamiento Raúl Juliá de dicho grupo.
“Trabajé para SEA en la producción de Pino Nacho como operadora de luces. Actualmente trabajo en mi octava gira de verano en Teatro Pregones, en el que además me he desempeñado como técnico de luces y sonido para varias producciones. Con Producciones Marañao estoy como regidora de escena y técnico. Constantemente trabajo para un grupo o para el otro como freelance” puntualiza Cleo.
Pasar por estas agrupaciones brinda a la teatrera venezolana una perspectiva de la escena hispana. Ella señala que “todos tienen presupuesto limitado y eso influye a que una tenga que trabajar más, haciendo tareas que no están en el job description. Eso tiene su pro: una va conociendo cada área y definitivamente aprende a ingeniárselas para que las cosas salgan y salgan bien”.
“Por esa misma razón del presupuesto limitado –continúa la teatrera- muchos de los grupos ensayan en las noches y los fines de semana, después de nuestros respectivos trabajos diarios. Una no tiene el mismo rendimiento que si sólo pudiéramos dedicarnos a hacer teatro”.
En ese contexto, Cleo destaca la labor del actor, que por lo general tiene un oficio con el que se mantiene para después ensayar horas: “Tengo que quitarme el sombrero delante de los actores que hacen un esfuerzo enorme para poder estar en las tablas e irradiar esa energía, darle vida a todos esos personajes”.
Vivas Rojas tiene una visión pragmática de cómo el teatro hispano podría mejorar: “Si tienes $500.00 no hagas una obra con 10 actores, 1 técnico (que haga luz, sonido, video y traducción simultánea) y 1 diseñador (de vestuario, escenografía, peinado y maquillaje) para pagarle $10 a cada uno. Haz un monólogo, haz un montaje simple. Date tu tiempo para hacer la producción. No tienes que montar una obra de hoy para mañana”.
“Calcula –prosigue Cleo- al menos unos 6 meses. Así tienes el tiempo de ensamblar tu grupo de trabajo. Busca el equipo técnico, distribuye el libreto y te reúnes con ellos para discutir el estilo, la atmósfera, de que es lo que deseas lograr. Haz tu casting con tiempo y antes de empezar los ensayos dale a los actores el libreto para que se lo memoricen. Antes de empezar a ensayar, haz reuniones de mesa para que el actor pueda crear un personaje, para que todos entiendan la relación entre los personajes, para que analicen el texto”.
En esta postura, es relevante la difusión: “Calcula el tiempo de montaje y por supuesto con tiempo puedes hacer una mejor promoción que es la parte mas difícil del teatro. Vender funciones, conseguir a la gente que va a ver la obra, ¡cómo duele abrir para un público de uno! Sin público no tiene sentido el esfuerzo”, agrega Cleo.
Detrás de la cámara
Egresada de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Claudia en sus tiempos de estudiante montó una productora de videos, que por lo general eran educacionales y corporativos.
En su experiencia con el video señala que: “tienes que trabajar con muchos elementos. Tienes lenguajes adicionales como los planos de cámara, el sonido es otra dimensión, la iluminación es un elemento crucial, sin luz no hay video. El lenguaje que utilizas en edición es el que finalmente lleva el mensaje”.
En un viaje a Atlanta conoce al músico venezolano Erick Casal quien ganó el primer premio del Festival de las Américas que se celebra en esa ciudad y quien recientemente lanzó su primer álbum Canto a ti. El intérprete le ofreció realizar el video promocional con el tema Sigo creyendo, producido por Let Green Go.
“Yo quería expresar la historia que cuenta la canción: amor-desamor-dolor-dejar ir-volver a empezar, con una narrativa simple y lineal. Quizá un poco teatral y más actuado aprovechando que Erick también es actor y por mi propia experiencia teatral, pero claro no podía dejar de un lado la canción que es la razón del video. Y bueno, puedes ver los resultados en el video”, finaliza Cleo.
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